lunes, 31 de enero de 2011

Arte Rupestre en las cuevas del "Cerro Felio y Barranco el Mortero"


ARTE RUPESTRE DE ALACÓN (TERUEL)

Los abrigos están localizados a lo largo del Barranco del Mortero, parte de ellos junto a su cabecera y otro a unos 4 km, en los cantiles del Cerro Felío. La cueva Hipólito de este barranco es la que proporcionó los materiales del eneolítico antiguo. En la cabecera del barranco existe una charca con agua permanente que explica, en cierto modo, la presencia de los cuatro abrigos próximos a ella.

La cueva de la Tía Mona. Su conjunto principal consta de nueve figuras, siete arqueros que persiguen a una cabrita; de ellos dos presentan una curiosa esquematización con una línea corporal muy curvada y larga, faldellines atados a la cintura y grandes colgantes en las pantorrillas. Uno de los arqueros muestra los dedos de los pies y otro el sexo muy diferenciado. A quince metros puede apreciarse una figura de un bóvido de pequeño tamaño. Además de lo anterior también existe un pequeño panel de 50 centímetros en cuadro y dos figuras aisladas a la izquierda; estas son un cuadrúpedo indeterminado y una cabra repintada en rojo oscuro sobre un ciervo de color rojo claro del que se ven las astas por debajo de los cuernos de la cabra; todo ello viene a proporcionarnos una secuencia de colores y de especies animales.

Arquero. Covacho Ahumado. (Alacón)
Figura  humana. Covacho de la Tía Mona. (Alacón)
Los siete arqueros. Abrigo de los trepadores. Alacón)

La cueva Ahumada, está ennegrecida por el humo de las hogueras, en ella pueden apreciarse 32 figuras de pequeño tamaño, de color rojo oscuro y mal conservadas; pueden agruparse en tres escenas, dos de ellas son cabras perseguidas por arqueros, algunos muy esquemáticos, otra con dos cabras más perseguidas por un supuesto felino de fauces abiertas y de figura perfilada. Los otros dos grupos están compuestos por hombres más o menos esquemáticos y de distintos estilos. Merecen especial atención dos árboles, uno de ellos con un animal que bien podría tratarse de un cánido sentado sobre sus patas traseras y el otro con un hombre ligeramente inclinado que parece estar recogiendo sus frutos; ambos miden alrededor de 20 centímetros de altura y se representan de forma muy simple mediante una raya vertical sobre la que inciden en ángulo agudo una serie de rayitas más pequeñas. Estas raras pinturas vegetales y el supuesto perro podrían adjudicarle a este abrigo una datación neolítica de acuerdo con otras escenas de cultura semejantes que existen en los demás abrigos del Mortero.
El abrigo de los Trepadores, 
está situado en el centro de los tres de la orilla derecha del barranco. En él existen pinturas a más de 4 metros del suelo, habiendo desaparecido seguramente muchas más. Han sido localizadas 32, como un hombre sentado cogiendo sus rodillas con las manos, un supuesto felino y un équido que parece llevar un hombre sobre el lomo. Un grupo de guerreros muy estilizados levanta sus arcos sobre la cabeza tras haberlos disparado sobre un hombre tendido en el suelo. Junto a ellos hay una escena de combate de arqueros, muy esquemáticos. Todo ello está pintado en color rojo violáceo a castaño. Merecen especial mención las cuatro figuras de trepadores por árboles o escalas, uno de ellos con una bolsa y otro con un faldellín que cuelga verticalmente de la cintura. Alguna escena podría ser de recolección y contribuir con la del jinete a una datación neolítica.

El abrigo de los Borriquitos, es el más próximo a la laguna. Sus figuras, alrededor de 22, están muy destruidas; tiene a la izquierda un solo guerrero esquemático con cuatro borricos y ciervos y tal vez un cánido. El grupo central presenta en la parte alta un hombre montando un borrico de largas orejas y otro animal semejante es acosado por un grupo de arqueros. Todo el conjunto tendría una datación tardía al repetirse aquí la mención de animales dosmesticados y montados.

Borriquillo. Cueva de Eudoviges. (Alacón)
Arquero en posición de disparo. Frontón de los Capridos.  (Alacón)
Borriquillo seguido por un humano Abrigo de los borriquillos. (Alacón)

La cueva de Eudoviges, contiene dos toros muy toscos, no esquemáticos. Posee además algunas esquematizaciones humanas, todo ello de época muy tardía. Unas excavaciones llevadas a cabo al pie de las pinturas han suministrado materiales musterienses y también algún que otro sílex eneolítico.

El abrigo de los Recolectores, se halla emplazado a la izquierda del barranco y fue descubierto en 1959 por E.J.Vallespí. Comprende 13 figuras, una de ellas es un hombre agachado hacia la izquierda con un palo de cavar en las manos. Otros tres más, muy esquemáticos, están en actitud parecida. En una segunda cueva encontramos cabras acompañadas de hombres filiformes, dos de ellos llevan un curioso sombrerillo cónico. No cabe duda de que aquí estamos ante una agricultura de palo cavador o pico de madera. En todos estos abrigos del mortero también es bastante común la estilización de las figuras, en general de pequeño tamaño, pero con cuidado en la representación de detalles como la visera de un gorro de uno de los arqueros del covacho Ahumado o la cara del cavador de los Recolectores.
A lo largo de los bordes acantilados del Cerro Felío se abren cuatro cuevas descubiertas por T.Ortego en 1947, salvo el Frontón de los Cápridos que fue hallado por Ripoll en 1952.
Lepóridos. Frontón de los Lepóridos. (Alacón)
Figura vegetal. Covacho Ahumado. (Alacón)

Miniaturas. Abrigo de las Miniaturas. (Alacón)
La cueva del Garroso, es más amplia y está mejor protegida que el resto de los abrigos del cerro Felío. En ella existe un friso de 120 centímetros por 80 en el que pueden contemplarse muchísimas figuras. A la izquierda siete arqueros, de cuerpo filiforme y uno de ellos negro, rodean a una graciosa cabrita. La figura más importante es un garboso arquero que ocupa el centro del panel y que corre, con las piernas casi horizontales, hacia la derecha; lleva calzones con unos amplios rebordes que podrían ser el cierre superior de las polainas, ya que un abultamiento en la pierna derecha debe interpretarse como el saliente del músculo gemelo; el cuerpo es rectangular y ancho y se presenta de frente, como la cabeza, peinada con melena sujeta con una diadema y cayendo sobre los hombros; en las manos lleva dos flechas con las puntas hacia delante y emplumaduras lanceoladas en el extremo opuesto. El color es rojo carmín ligeramente violeta y las dimensiones 12 centímetros de alto y 18 las piernas. Alrededor de esta figura, sin formar escena con ella, se advierten puntos que podrían tratarse de insectos volando, tres cabritas diminutas y un arquero, entre otras figuras. En el ángulo superior derecho puede verse un signo geométrico indescifrable.

Arquero. Covacho del Garroso. (Alacón)
Cabra rampante. Cueva del Garroso. (Alacón)
Figuras humanas. Covacho del Garroso. (Alacón)

El Frontón de los Cápridos, dista a una altura de dos metros sobre el suelo. Consta de 22 figuras cuyo color rojo oscila entre el violáceo y el rojo claro e incluso matices aproximados al violeta. En el centro puede contemplarse un hermoso ciervo de 37 centímetros de largo, naturalista, con astas en perspectiva torcida y herido por un venablo que lleva clavado en el pecho mostrando haber sido primero perfilado, luego relleno el interior y repintado varias veces. Cerca de él cuatro arqueros acosan a una cabrita y otros dos persiguen a un cáprido. Los colores utilizados en este caso son rojo claro, rojo vivo y carmín negruzco.

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